Ya he pasado el ecuador de mi Prácticum y considero que es un buen momento para realizar un análisis de las vivencias y capacidades adquiridas. Esta experiencia está resultando real como la vida misma con sus momentos duros y decepcionantes aderezados con experiencias maravillosas.
En la primera semana sentí una mezcla de sentimientos contradictorios porque a pesar de tener una tutora muy implicada y un alumnado trabajador, motivado, ilusionado y con un nivel de conocimientos muy elevado sentía que la metodología y los recursos del centro se encontraban muy alejados de lo reflejado en las aulas universitarias. La metodología está basada mayoritariamente en el libro de texto y en la realización de fichas y no se trabaja en absoluto con recursos de nuevas tecnologías, de hecho no tienen apenas contacto con los ordenadores del centro hasta 1º de ESO. En un principio me resultó muy extraña esta carencia, pero quizás se deba a que la mayoría de los alumnos del centro pertenecen a un nivel económico medio-alto y tienen la posibilidad de entrar en contacto con la web en sus hogares.
En lugar de desmoralizarme pensé que hay que ser realista y que Roma no se construyó en un día. Es demasiado utópico creer que los maestros y maestras de edad más avanzada o los centros con una línea pedagógica más tradicional vayan a cambiar de la noche a la mañana. Los cambios de mentalidad son difíciles para todo el mundo, requieren su tiempo y no considero que la imposición resulte eficaz en ningún campo. Además hay que tener en cuenta que aunque los docentes tengan ideas novedosas en ciertos colegios pueden existir limitaciones que los coarten.
Los docentes del futuro debemos armarnos de ilusión, confianza, paciencia y voluntad e ir sembrando poco a poco las semillas del cambio para que éste germine y se naturalice.
Con este cambio de actitud y con el deseo de dejar mi granito de arena en el centro he empezado a disfrutar plenamente de las prácticas. La tutora me está permitiendo realizar todas las actividades que planifico ayudándome en todo momento. Desde mi punto de vista no son actividades novedosas pero suponen una ráfaga de aire fresco para los niños (concursos, murales, uso de recursos de audio para mejorar la comprensión oral, experimentos químicos.).
Para finalizar me gustaría resaltar el hecho de que a mi tutora le encanta tener estudiantes en prácticas porque esto le permite establecer un aprendizaje significativo mutuo y conocer las metodologías que proponen las nuevas corrientes. No hay que olvidar que cuando se cierra una puerta se abre una ventana….
